Aviso importante

Las opiniones, consejos, ideas que puedas leer en este blog, son sólo eso: opiniones. En concreto las opiniones personales de Javier y de Tomás, no las de ninguna entidad.

Muchas veces no serán como las tuyas, muchas veces sí lo serán, a veces serán correctas, otras veces equivocadas. Siempre intentarán estar argumentadas, aunque a veces puede ser que la información (pese a estar recogida de fuentes que consideramos fiables) sea incorrecta o incompleta.

No podemos conocer a cada lector, por lo que ningún post de este blog tiene en cuenta tus circunstancias personales y nada en este blog puede ni debe considerarse como asesoramiento de ningún tipo.

Es más, lo que escribimos en este blog ni puede ni debe entenderse como un servicio de inversión en los términos previstos en el artículo 63 de la ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores y en el artículo 5.1 del Real Decreto 217/2008, de 15 de febrero. Todo el contenido es de carácter genérico y no está personalizado a las circunstancias de los lectores.

Además, La Vuelta al Gráfico es un blog completamente gratuito y no monetizado, por lo que no tiene clientes.

Quizá sí te sirva como una herramienta más a tener en cuenta (o no) a la hora de tomar tus propias decisiones, pero eso es ya cosa tuya.

Tampoco nada de este blog debería considerarse como una oferta o invitación de compra o de venta de ningún instrumento financiero: si decides lanzarte al mercado basado en cualquier idea aquí vertida es sólo bajo tu responsabilidad.

Invertir en los mercados no es un juego. Cada día se gana y se pierde mucho dinero y son tantos los factores que pueden influir las valoraciones de los diferentes productos que existen de inversión/especulación que es imposible predecir sus movimientos con seguridad.

También es interesante que sepáis que podríamos tener exposición ya sea personal o a través de alguno de los productos que gestionamos en las entidades para las que trabajamos, en alguno o en todos los activos que comentamos en el blog.

Y recordad, en los mercados financieros a veces puede pasar incluso lo más lógico.