Esta mañana el INE sorprendía publicando una revisión del PIB de 2011 en tres décimas, del 0,7% difundido el pasado febrero al 0,4%. También se revisaba el del año 2010, que se ha corregido dos décimas a la baja, con lo que se sitúa en el -0,3%, frente al -0,1%. Los años 2008 y 2009 permanecen inalterados en el -3,7% y 0,9%, respectivamente.
Cabe preguntarse muchas cosas. Entre ellas, si esto es normal. Y sobre todo, ¿qué puede causar una revisión tan notable del PIB?
En primer lugar, es importante saber qué es el PIB para continuar leyendo. Para ello, si quieres, puedes revisar este artículo.
Este tipo de revisiones es normal. Pero lo anterior no significa que sea frecuente. Y es normal en todos los países. Así, por ejemplo, Estados Unidos publicaba el año pasado una revisión notable de su serie histórica de PIB.
De hecho, en Estados Unidos, cualquier dato trimestral se publica en tres etapas: primero se ofrece un dato provisional, para después realizar dos previsiones
hasta el definitivo.
La diferencia entre
el dato provisional y las revisiones es muy significativa. Así, el BEA, con datos entre 1978
y el año 2000 realizó las siguientes estimaciones:
Entre el dato provisional y la primera revisión mostró una diferencia entre
-0,5% y +0,7%.
Entre el dato provisional y la segunda revisión mostró una diferencia entre
-0,6% y +0,9%.
Entre la primera y la segunda revisión, la diferencia fue más pequeña: entre -0,3% y +0,4%.
Entre la primera y la segunda revisión, la diferencia fue más pequeña: entre -0,3% y +0,4%.
Como vemos, las diferencias son importantes, pues entre el dato preliminar y el
definitivo ¡podría haber una diferencia de casi un punto!
Además de en todos los países, pasa también en otras series económicas.
Pero ¿por qué estas revisiones?
Porque como por muchos motivos no es posible (sea por imposibilidad física o por falta de medios) medir toda la actividad económica (al menos en el momento de la publicación), el PIB es el resultado de un proceso econométrico (es decir, estadístico) realizado a través de diferentes estimaciones.
Así, según explica el INE en su nota, la revisión del PIB tiene su origen, por un lado, en la incorporación de fuentes estadísticas para años en los que no se disponía de tal información (Encuesta Industrial Anual de Empresas, Encuesta Anual de Servicios, Encuesta de Presupuestos Familiares, Encuesta de la Estructura de la Construcción, Cuentas de la Agricultura, Central de Balances anual...). En segundo lugar, en la incorporación de datos definitivos en aquellas operaciones que se habían estimado anteriormente con datos provisionales o de avance (Cuentas de las Administraciones Públicas, Comercio Exterior de Bienes, Balanza de Pagos...). También debe tenerse en cuenta que el cambio en la composición del PIB de cada año tiene efecto sobre la estimación del crecimiento de los años posteriores.
Es decir, que según se van conociendo nuevos datos, se van añadiendo y así ajustando más el PIB a la realidad.
Y es que nos encontramos aquí por un lado ante la necesidad de conocer los datos con rapidez y por otro ante la necesidad de que estos datos sean lo más exacto posible. Combinar ambas cosas no es posible en este caso. Así que tenemos que decidir: queremos más exactitud pero menos rapidez o más rapidez pero menos exactitud. Y si lo pensamos en estos términos, un desvío de tres décimas no es tan grande.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta cuando analizamos estas series que las desviaciones se producen y que probablemente no trabajemos con datos exactos. Sabemos al menos que son lo más exactos posibles en cada momento.
Y es en estos términos en los que tenemos que trabajar.
Quizá esto afecte a las previsiones de PIB, etc. Pero no debería afectar a nuestro marco de trabajo en los mercados financieros.