Si descendemos de la superficie, las citadas economías emergentes presentan otros desequilibrios de gran magnitud. Uno de los más preocupantes es el excesivo endeudamiento de las compañías no financieras. El contexto de bajo tipos de interés en las economías desarrolladas en los momentos pre-crisis ha desplazado el flujo de capitales hacia estos países en busca de “yield”.
El nivel de deuda de las empresas
de los países emergentes se ha cuadruplicado durante el período 2004 -2014 y el
ratio deuda/PIB se ha incrementado un
26% en media durante el mismo período. Adquiere un especial protagonismo la
emisión de deuda en moneda extranjera sobre los préstamos bancarios, aunque
todavía con un mayor protagonismo de estos últimos en el total de deuda sobre
pasivos totales.
Lo anterior deja en una evidente
situación de mayor vulnerabilidad a las economías emergentes, si bien, la
combinación de un mayor gasto por intereses de la deuda unido a una
depreciación de la moneda local puede acentuar el proceso de ralentización de
estas economías. Las mayores preocupaciones se sitúan en países como Turquía,
Brasil, Sudáfrica o México, con un elevado endeudamiento corporativo en divisa
extranjera unido a importantes déficits por cuenta corriente.
La incertidumbre sobre estas
economías se pone de manifiesto con la aceleración de la salida de capitales
que según el Instituto Internacional de Finanzas (IFF) será la primera vez que
se produzca desde 1988. A muchos inversores la situación les puede resultar
familiar a la crisis asiática del 97 pero actualmente la situación es muy
diferente.
Por aquel entonces, el comercio
internacional estaba en plena expansión comandado por el crecimiento de doble
dígito de China y las compañías tenían un amplio margen para recurrir al
apalancamiento, situación que impulso la rápida recuperación de aquellas
economías. Hoy día el crecimiento del comercio será inferior al crecimiento del
PIB mundial por tercer año consecutivo y la apelación a la deuda está muy
limitada, ya que en los últimos años ese incremento de emisión de deuda se ha
utilizado en mayor medida para refinanciar que para proseguir con sus
inversiones.
Se ha puesto de manifiesto que
los factores externos han sido determinantes en el proceso de un mayor apalancamiento
de las compañías en los países emergentes con una mayor intensidad en los
sectores cíclicos (construcción y energía). El foco se debe situar en un
posible empeoramiento del escenario global tratando de limitar la asunción de
riesgos por parte de las entidades financieras, limitando su exposición al
riesgo fundamentalmente en divisa extranjera y preparándose para un posible
incremento de defaults corporativos como consecuencia de la normalización de
políticas monetarias de las economías avanzadas.
Estaremos muy atentos a los
próximos acontecimientos en el escenario emergente, los países asiáticos han
aprendido la lección, su acumulación de reservas y sus superávits fiscales les
sitúan en clara posición de ventaja frente al resto de comparables.
Javier Flórez
Twitter:@FlorezJav
Javier Flórez
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