En
los últimos meses en los pasillos de los grandes gestores, bancos y casas de
análisis han vuelto a salir con fuerza el debate de los países emergentes
debido al duro castigo que han sufrido los países exportadores de materias
primas, con el trade clásico de vender mercados exportadores frente a
manufactureros. Precisamente, debido a lo anterior la percepción de los
mercados emergentes ha mejorado a lo largo de los últimos meses, favorecida por
la pérdida de fortaleza del dólar y la recuperación del precio de las materias
primas. Desde mi perspectiva, China seguirá marcando el paso, sin olvidar que
hará la FED en lo que respecta a la política monetaria y su subida de tipos.
Debemos
tener claro algunos aspectos a la hora de seleccionar productos relacionados con países emergentes. No podemos cometer el error de
pensar que todos los mercados emergentes son iguales, ya que algunos son más
vulnerables que otros. Existen señales de alarma que nos pueden servir como filtro antes de
invertir tales como: la falta de reservas extranjeras, una fuerte subida en el
tipo de cambio efectivo real, el déficit por cuenta corriente y el rápido ritmo
del crecimiento del crédito como las señales más alarmantes que nos alertarían
de una crisis en los mercados emergentes.