Probablemente habréis escuchado en los últimos tiempos que a los jóvenes de hoy no vamos a ser afortunados en recibir una pensión pública, si miramos los datos friamente así lo índica pero hay medidas que nuestros responsables políticos deberían de tomar, dejando de lado el color rojo, azul, naranja o morados. Se trata de gestionar, no de ideología. El fondo de todo es que debemos de ser conscientes de poder ahorrar sistematicamente para poder vivir plácidamente nuestra edad de oro. El problema del envejecimiento afecta a todas las sociedades occidentales, es algo global. Es muy evidente en Estados Unidos y Europa, donde ya han entrado en esa franja de edad la generación conocida como los baby boomers, pero también se comienza a notar en Asia y Latinoamérica.
Los datos de la ONU muestran que en 2050 los mayores de
65 años sean ya más de 2.000 millones de personas, el doble que en la
actualidad. Es más, por primera vez en la historia en 2047 se prevé que el número de
habitantes mayores serán más que los niños por debajo de cinco años. Por si fuera poco, la caída de las tasas de natalidad
significa que algunos países se dirigen a una catastrófica caída de la
población. Desde mi
punto de vista en todos los aspectos tanto la sociedad como la economía
necesitan ser analizada con esta perspectiva de transformación demográfica.
En el año 2050 un 16% de la población mundial va a
tener más de 65 años; es decir, casi el doble que en la actualidad y ese cambio
de edad media en el globo no va a ser neutral, sino que va a tener decenas de
consecuencias y muchas de ellas muy costosas.
Las implicaciones van a ser innumerables: problemas de
los sistemas de pensiones en todo el mundo, cambios de tendencia de consumo,
sectores que se van a ver beneficiados por el aumento de ancianos (salud,
farmacéuticas...), en definitiva nuevos nichos de mercado que serán el resultado de la propia evolución de desarrollo económico. Desde mi visión, digamos local, a nivel España existen grandes retos asociados al envejecimiento y las tendencias poblacionales, como
la falta de ahorro para pensiones, o el aumento del gasto sanitario. Todo va a
cambiar los estilos de vida, la demanda de servicios o la estructura y la
función del mercado laboral.
Otro punto interesante a considerar, ¿no os habéis parado a pensar como evolucionaría la bolsa con una estructura poblacional de una edad media elevada?. Primarán la búsqueda de compáñías con un elevado dividendo. Y es que invertir en acciones de alto dividendo en un entorno
de baja rentabilidad se ha convertido en una necesidad de los inversores. Lo
que quizá se conoce menos es que esta estrategia es normalmente la
preferida por las personas de más edad.
Uno de los mayores en este sentido será la demanda de estrategias de inversión orientadas
a la obtención de rentas periódicas que complementen las pensiones y el resto
de ingresos regulares. En general eso es algo que ya se ha comenzado a
apreciar en los países desarrollados, pero que se verá con el tiempo en otras
zonas. Este cambio de tendencias en la inversión impactará en
las cotizadas y las más perjudicadas serán las empresas que pertenezca a
“sectores que devengan obsoletos, o bien que estén en industrias con buenas
perspectivas pero que añadan poco valor añadido y/o no tengan una clara
estrategia de crecimiento sostenible a largo plazo. Te rcomiendo que eches un vistazo a nuestro post títulado " Regreso al futuro" donde damos una serie de pistas de las tendencias de inversión en el largo plazo.
http://www.lavueltaalgrafico.com/2016/02/regreso-al-futuro.html
Las empresas a tener en cuenta serán aquellas expuestas a las megatendencias de largo plazo como pueden ser la propia demografía, el consumo, la tecnología o la salud, que sean capaces de liderar a sus sectores en estos mercados que crecerán con fuerza mediante la generación de un flujo de caja constante y que pueda reinvertirse en desarrollar su negocio, incrementando sus ventas y beneficios de forma sostenible. Otra de las grandes beneficiadas será la industria financiera, en concreto la que se encarga del asesoramiento financiero y la gestión de patrimonios. En cuestión de productos podríamos decantarnos por fondos de inversión multiactivos o productos interesantes de gestión inmobiliaria que están empezando a coger fuerza en nuestro país.
Las empresas a tener en cuenta serán aquellas expuestas a las megatendencias de largo plazo como pueden ser la propia demografía, el consumo, la tecnología o la salud, que sean capaces de liderar a sus sectores en estos mercados que crecerán con fuerza mediante la generación de un flujo de caja constante y que pueda reinvertirse en desarrollar su negocio, incrementando sus ventas y beneficios de forma sostenible. Otra de las grandes beneficiadas será la industria financiera, en concreto la que se encarga del asesoramiento financiero y la gestión de patrimonios. En cuestión de productos podríamos decantarnos por fondos de inversión multiactivos o productos interesantes de gestión inmobiliaria que están empezando a coger fuerza en nuestro país.
En los próximos años veremos muchos cambios en la industria de inversión debido principalmente a la digitalización del mundo y al envejecimiento de la población. Habrá que estar cada día más atento a la entrada cada vez mayor de ideas de inversión alternativa en la cartera de los inversores. Ejemplos en los últimos años no nos faltan, compañías como: Uber, Facebook, Amazon, Air Bnb,etc...
En definitiva, activemos nuestros plan de futuro, seamos conscientes del nuevo mundo que nos espera y posicionemos bien nuestros recursos, en un mundo donde convivir con la incertidumbre y la constante evolución será lo normal. Para nosotros lo anormal sería no cambiar y adapatarse a lo que la sociedad nos demanda por eso pensemos un poco más allá del largo plazo, pensemos en el largo plazo.
Javier Flórez
@FlorezJav