10/14/2016

Otra reseña de "invirtiendo a largo plazo"

Esta semana he terminado la lectura del libro "invirtiendo a largo plazo" de Paramés. Antes de comentar mis opiniones sobre el mismo, e independientemente de que sea bueno o malo, creo que es un libro de lectura obligada para quienes nos gusta la inversión. Estoy seguro de quien más o quien menos hemos leído algún libro sobre inversiones de alguien con mucho menos bagaje inversor.

De este tipo de inversores no bien documentados, a veces se pueden sacar cosas teóricas (y experiencias para no repetir). Pero de aquellos que llevan años en el mercado, como poco te llevarás experiencias interesantes, pensamientos, ideas, que serán de gran ayuda a la hora de aplicar tu propio proceso inversor.

El de Paramés te puede gustar más o menos, pero se ha ganado el derecho, sin duda alguna, de escribir un libro sobre inversiones. No lo digo yo, ahí están sus números.

Sólo por eso ya sacarás algo. En este sentido, la primera parte del libro es realmente interesante. Son 150 páginas de explicación de su vida personal, más que recomendables. Lo más interesante es que pone las carteras de sus fondos en diferentes periodos, explica qué le aporta el trabajo en equipo (poniendo en valor a mucha gente, aprovechando para disculparse con otra) y su lento camino, recorrido por tantos inversores value, desde la filosofía de Graham a la de Buffet, pero con estilo propio. Destacando la importancia de Alvaro Guzmán en este proceso.

Es interesante ver qué carteras ha ido teniendo a lo largo del tiempo, cuáles han sido sus primeras inversiones, qué empresas le gustan y cuáles no, cómo ha ido evolucionando en su proceso según las circunstancias y cómo comenzó su pasión por la escuela de economía austríaca. En este sentido, esta parte del libro ofrece la visión de un gestor sin falsa modestia, que conoce sus capacidades y limitaciones, que reconoce sus errores y le gusta hablar de sus éxitos, que reconoce el trabajo de los demás, que sabe admirar y ser admirado. Gran parte del éxito y del fracaso de un gestor depende de su ego. Entre líneas, se ve que el de Paramés parece equilibrado.

También es destacable cómo afronta diferentes sesgos psicológicos en algunas situaciones, y cómo es capaz, por ejemplo, de tras haber vendido con pérdidas una empresa en la que el management no trató bien a los accionistas y cometió errores, de volver a comprarla sin ningún tipo de rencor. No hay cabida a ese tipo de sentimientos como inversor.

Es en esta parte donde dice que su proyecto tendrá un nombre de un lugar cercano a Ferrol, y finalmente se ha decantado por Cobas Asset Management. Me encanta ese nombre porque además de ser un lugar precioso, me trae a la memoria bonitos recuerdos: en la cetárea de Cobas celebró mi abuela su último santo con toda la familia (mis tíos, primos, hermanos, etc). 

La segunda parte está más centrada en la inversión valueSé que a algunos les podría parecer raro que yo, seguidor de la inversión "Global Macro", disfrute con autores value, en supuesta confrontación con el tipo de inversión que me gusta. Pero lo cierto es que entre mis libros favoritos están varios value (como los de Lynch o de Graham). La verdad es que comparto el enfoque escéptico de estos autores. yo tampoco creo que se pueda (ni se deba intentar) adivinar el futuro. Comparto así mismo su visión de la psicología inversora, que el mercado no es eficiente todo el tiempo y que la única forma de hacer dinero de forma consistente es aprovechando momentos en los que el mercado no valora correctamente un activo. No comparto su visión del riesgo, ni su enfoque bottom up, ni que la única clase de activo posible sean las acciones. Pero qué importa eso, si estoy de acuerdo con las bases mismas de su proceso.

En este sentido, estoy aún más cercano a la filosofía de Paramés de lo que yo mismo pensaba. Por ahí leí en alguna critica que en esta segunda parte pasaba por encima de diferentes conceptos sin demasiado orden, y no puedo estar más en desacuerdo. Aunque entiendo que a los seguidores más radicales del value les sorprenda la estructura. ¡Más que nada, porque es un enfoque top-down! Comienza con una visión macro, para después seleccionar la clase de activo adecuada, y finalizar con la selección del activo.

Es más, es relevante la importancia que le da a la economía y al ciclo a la hora de seleccionar ponderaciones de la cartera. Evidentemente, cuando llega a la parte de selección de acciones se decanta por un enfoque bottom up, como era de esperar. Pero en este enfoque añade el estudio de la macro, desde un punto de vista austríaco, sabiendo que el futuro es impredecible, pero que a veces paga entender en qué parte del ciclo, aproximadamente, nos encontramos. Creo que es un avance para los seguidores del value muy recomendable, con el que estoy plenamente de acuerdo.

De esta segunda parte, sin entrar en detalle en nada explica un poco todo para que después cada uno ponga su estilo. No es tanto un libro de teoría como de práctica, por lo que no podría estar escrito de otra manera. No vas a encontrar aquí fórmulas mágicas que te digan qué tienes que hacer, sino lo que haría (y hace) él en determinadas circunstancias.

Lo que más resaltaría, además de la importancia que le da a la economía en su proceso inversor, es cómo trata de hacer sencillo temas supuestamente complicado, y cómo es capaz de trasladarte su visión de que es mucho más importante el estudio de la compañía a fondo desde un punto de vista cualitativo que cuantitativo. Pero sin descuidar ninguno.

Finalmente, Paramés dedica un espacio imprescindible a la psicología de los inversores. Hemos hablado tantas veces en este blog de la importancia de esto que no me extenderé más sobre el tema.

En resumen, no es un libro que está en mi top 10 de favoritos sobre inversiones, aunque aún tengo que rumiarlo un poco más. Pero me lo habían pintado tan mal, que no lo entiendo. Es un libro digno, necesario e interesante. He disfrutado leyéndolo. Sé que ahora no voy a ganar dinero como un loco, pero esto no va de eso, quien lo entienda así está muy confundido. Gracias al libro he aprendido un poco más, he confirmado algunas fases de mi proceso, he decidido cambiar otras. Esto es un carrera de largo plazo en la que vas cogiendo ideas de un lado y de otro. Por eso hay que estar al día.

Mucho más cuando se trata de libros de inversores que han demostrado plenamente su capacidad de ser consistentes.

Tomás García-Purriños, CAIA
@tomasgarcia_P



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